Nueva licitación en la Ruta del Mercosur: un nuevo capítulo para la infraestructura vial argentina

Nueva licitación: la Ruta del Mercosur y el regreso de las grandes constructoras
El Gobierno nacional adjudicó recientemente los resultados de la licitación para la concesión de los corredores viales de las rutas 12 y 14, conocidas como la Ruta del Mercosur, un eje estratégico para el transporte y la logística del país.
El proceso marca una nueva etapa dentro del programa de Red Federal de Concesiones (RFC), orientado a reactivar la inversión en infraestructura vial bajo esquemas de participación privada y autofinanciamiento por peaje.
Resultados y estructura de la licitación
En esta convocatoria se presentaron varias empresas con larga trayectoria en obra pública.
Para el Tramo Oriental (rutas nacionales 12 y 14), la oferta más competitiva fue la de Autovía Construcciones y Servicios S.A., que propuso una tarifa de $3563,45 cada 100 km, por debajo del valor de referencia fijado por el Estado ($3700) y del tope máximo ($4300).
En segundo término quedaron Rovella Carranza, Paolini y Benito Roggio e Hijos, firmas también vinculadas históricamente con la ejecución de proyectos viales.
En el Tramo Conexión, correspondiente al puente Rosario–Victoria, el adjudicatario provisional fue Obring S.A., con una propuesta de $3385,80, frente a un tope oficial de $4050.
El esquema incluye un período de revisión e impugnaciones antes de la adjudicación definitiva.
Condiciones del contrato y modelo de financiamiento
El cobro de peajes se activará una vez que las rutas alcancen un estado de transitabilidad adecuado, lo que implica obras de mejora, mantenimiento y rehabilitación, pero sin ampliaciones significativas de infraestructura.
De este modo, el modelo busca equilibrar la inversión inicial con una rápida recuperación operativa, priorizando la seguridad y la calidad del tránsito antes que la expansión de capacidad.
Un elemento destacado del proceso es la incorporación del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) como entidad financiadora. A través de un esquema fiduciario de garantía y fondeo, el BICE ofrecerá líneas de crédito a las empresas adjudicatarias, lo que representa un cambio respecto del planteo inicial del programa, que preveía inversiones 100% privadas.
Este apoyo financiero refuerza la viabilidad del modelo y podría acelerar la ejecución de los proyectos en el corto plazo.
Contexto y actores principales
Entre las empresas mejor posicionadas figuran Autovía Construcciones y Servicios S.A., vinculada al Grupo José Cartellone, y Obring S.A., con base en Rosario y amplia experiencia en obras viales y de infraestructura urbana. Ambas constructoras cuentan con un historial relevante en proyectos de envergadura y forman parte del conjunto de actores tradicionales del sector.
La continuidad de estas empresas en la ejecución de contratos públicos refleja la persistencia de un ecosistema empresarial consolidado, capaz de adaptarse a distintos modelos de gestión y financiamiento según los cambios en la política de infraestructura.
Perspectivas e implicancias
Desde el punto de vista económico, esta nueva etapa de concesiones podría significar:
- Un relanzamiento de la inversión privada en infraestructura vial, con reglas más predecibles y contratos de largo plazo.
- Mayor eficiencia operativa, al vincular los ingresos de los concesionarios con la calidad del servicio y el flujo vehicular.
- Reducción del gasto público directo, aunque con una participación estatal indirecta a través del financiamiento del BICE.
Para los inversores y operadores del sector, la licitación de la Ruta del Mercosur representa una oportunidad concreta de acceder a corredores de alta relevancia logística y comercial, bajo un modelo de concesión que prioriza la sostenibilidad financiera y la participación competitiva